Fotografié a Andrea durante su trigesimoséptima semana de embarazo, mucho más tarde de lo que acostumbro. Nos reunimos en su departamento de Viña del Mar, una tarde de octubre de 2012 (¡hace más de un año!), y comenzamos allí mismo con algunas fotos de su bella guatita de embarazada.
Andrea hablaba suavecito, quizás porque su panza apenas la dejaba respirar. Julieta se había apoderado casi por completo del menudo cuerpo de su mamá. Ella y Gonzalo me contaron que se habían casado en febrero, y que muy pronto se enteraron de que tendrían un bebé.
A esas alturas de la espera, estos futuros padres ya tenían todo listo para la llegada de su pequeña Julieta. En la imagen de arriba, Andrea sonríe en el que sería el dormitorio de su princesita, decorado con flores, corazones, carrozas y castillos.
Para comunicarle la noticia a su marido, Andrea preparó una historia con juguetes. En ese entonces aún no tenían certeza de si su retoño sería una princesa en un castillo o un príncipe que venía a salvar a la princesa, así es que imaginaron ambos escenarios.
Julieta acariciada por las manos de mami y papi mientras estaba dentro de la pancita.
Algunos íntimos momentos capturados en el dormitorio matrimonial…
Estos zapatitos blancos le pertenecieron a Gonzalo de bebé. La suegra de Andrea le trajo uno primero y el otro después… cuando logró encontrarlo.
Algunas últimas tomas de la barriga antes de salir. A la izquierda, papá dando un beso a su pequeña hija dentro del vientre de su madre.
Y nos fuimos a la playa de Reñaca. El día estaba “abochornado” como se dice por acá, pero lo suficientemente cálido para que esta preciosa mamita posara en bikini.
Hicimos algunas fotografías en la arena junto a las palmeras “recién instaladas” para el verano 2013 que se acercaba.
La casita de Julieta en todo su esplendor :-)
Julieta oyendo las olas del mar desde el interior del vientre de su madre.
Riendo con las pataditas de Julieta.
Después de descartar varios nombres, fue Gonzalo quien sugirió Julieta, y finalmente fue el que más les gustó.
Arriba, un detalle que no podía pasar desapercibido: los aros de Andrea.
Esta bella pareja, venida a Viña desde Concepción vía Nueva Zelanda (donde vivieron durante un año), recibió a su primera hija pocos días después de esta sesión fotográfica. Y aunque ya hayan celebrado el primer cumpleaños de Julieta, nunca es tarde para desearles muchas felicidades.