Las sesiones familiares son demasiado entretenidas y dinámicas, y no tengo demasiadas de ellas subidas en mi blog, por lo que estas imágenes serán mi forma de homenajearlas y contarles cómo las realizo y qué me apasiona de retratar estos momentos.
A esta bella familia la conocí el día del bautizo de su primogénita, Belén Paz. Ella tenía seis meses ese 13 de octubre del 2012, y me volvieron a contactar exactamente dos años después: Belén ya se había convertido en una hermosa niña, risueña y feliz.
En esta sesión en particular, además de fluir con el ritmo de Belén, quisimos reproducir dos fotos que habíamos hecho en nuestro primer encuentro. Estas fotos se tomaron en la Playa Los Cañones en Viña del Mar, donde Enrique quiso honrar la memoria de su padre con estas imágenes mirando al horizonte en el mar.
Cuando las sesiones incluyen niños, me gusta buscar locaciones agradables para ellos. Así los más pequeños lo pasan bien, los papás se relajan y hay naturalidad en las imágenes. Me gusta capturar la esencia de quienes fotografío y para lograrlo debo hacerlos sentir como en casa, en su mundo, y en su intimidad.
Agradezco a Paola e Enrique por su confianza y por siempre considerarme para fotografiar sus eventos familiares. Siento que cumplí con la idea de mostrar la familia que son, el amor que se tienen, y el amor de quienes viven en ustedes. Ya pronto nos veremos para retratar la pancita de su segunda hija, Isidora.
