Estos chiquillos lindos son muy amigos de unos muy amigos míos! Roxana había visto el photobook del embarazo de Catalina y Cristofer (los amigos que tenemos en común) y me contactó porque quería un photobook de su familia. Mario y Roxana son profesores, él de Educación Física y ella, de enseñanza básica. Cuando hablamos de esta sesión fotográfica familiar me dijeron que querían un lugar con mucha naturaleza y aire fresco, por lo que les sugerí el Parque Quebrada Verde, que no conocían.
Ese día tuve que ir con Domingo, mi hijo de 3 años. Fue un día súper complicado porque tuve varias sesiones esa misma jornada y llegué un tanto atrasada, pero los tres fueron muy comprensivos y pacientes.
Fuimos al mirador del parque, y por ahí cerca tuvimos la oportunidad de ver unos caballos: Gaspar estaba radiante de felicidad. Roxana fue súper detallista con la vestimenta de los tres, combinando las prendas y colores a la perfección.
Después quisimos otra locación, por lo que nos fuimos a la playa de Laguna Verde aprovechando el día soleado (me escapé de mi Domi, que se quedó fascinado con un amiguito vecino y su papá en la pequeña granja que hay en el parque). La vestimenta también es algo que me gusta de esta parte de la sesión, porque resalta a cada uno, y los complementa al mismo tiempo.
¡Me encanta Roxana en esta imagen con su pelo al viento y su vestidito de flores!
¡Rico Gaspar!
Una con papá, guapísimos ambos, y una foto regalona con mamá.
Si existe la oportunidad durante la sesión de hacer unas fotos en pareja, sin hijos, la aprovecho al máximo, porque no es fácil lograrlas. A los niños les encanta participar y aparecer en todas las tomas.
Lo más gracioso de esta sesión, fue que cuando fui a entregarle el photobook a Mario al colegio donde trabaja, justo estaba en plena clase de Educación Física con el curso que tiene a cargo como profesor jefe, y resultó que su alumno favorito, es nada más y nada menos que mi primo de 17 años. La cara de mi primo cuando me vio saludar a su profe: priceless.