Todas las sesiones fotográficas con bebés recién nacidos son especiales: mamás comenzando el viaje más caótico y hermoso de su vida y papás conteniendo emocionados a esta nueva diada, pero en esta sesión se agrega un detalle especial, porque estos papis… ¡tuvieron mellizos!
Hicimos la sesión en una pequeña habitación del departamento, porque en estas circunstancias donde las guagüitas son tan chiquitas, no necesitamos más que un espacio pequeño, controlado de estímulos y calientito (¡lo más importante!).
Los embarazos múltiples son una hazaña y mitos abundan sobre la lactancia materna en estos casos, pero aquí Silvia nos muestra lo perfecta y sabia que es la naturaleza, cuando se tiene plena confianza en su superpoder.
Silvia y Fredy, me contactaron apenas tuvieron a sus bebés Gabriel y Santiago. Ella es venezolana y él chileno, enamorados decidieron quedarse en Valparaíso como escenario de su familia que comenzaba con estos preciosos mellizos. Normalmente planifico las sesiones newborn con mucho más tiempo, pero a veces, como en este caso, se dan las condiciones y podemos hacerlas con poco aviso.
La sintonía de estos mellis es tal que cuando los alejas se ponen inquietos, lloran y rezongan. Al juntarlos, se tranquilizan inmediatamente.
Tiene mucha fuerza la imagen de estos niños, porque su conexión es tan instintiva y profunda que emocionan a cualquiera, amo las sesiones de bebés múltiples porque no son comunes. Son un desafío y a la vez una bendición.
En esta sesión nos pasó una anécdota muy divertida de padres primerizos que siempre cuento: para ponerlos en las mantitas, debo tomar a los bebés y acomodarlos con la idea de reproducir la postura de cuando estaban dentro del útero, los bebés ni lo notan, se sienten tranquilos y las fotos salen maravillosas.
Mientras los acomodaba en sus mantitas, Silvia me contaba que Santiago no hacía caquita hace dos días, y como padres estaban bastante preocupados. Cuando le pedí a Fredy que tomara a Santiago con las piernitas dobladas, el potito apoyado en su pecho y la cabecita en sus manos, por fin pasó lo que los papás estaban esperando! Santiago se hizo ahí mismo, y sus padres rieron a carcajadas, aliviados y sin preocuparse de la mancha que quedó en la camisa de Fredy.
¡Gracias chiquillos por dejarme retratar un momento tan importante en sus vidas! Espero verlos pronto :-)